Ser mamá no es fácil, menos aún cuando se debe complementar dicha tarea con la jornada laboral. Pese a esto, las mujeres se están insertando cada vez más en el mundo profesional, la principal razón: obtener dinero con el fin de alcanzar su independencia y/o ayudar en los gastos económicos del hogar.
El común de las mujeres debe compatibilizar las labores domésticas, tales como lavar, cocinar, ir de compras al supermercado y hacer aseo, con el trabajo. El problema es cuando estos quehaceres se unen al cuidado y crianza de los hijos, lo que se traduce en un jornada extensa y agotadora para cualquier madre
Al final del día, esta madre llega a su hogar agotada, pero eso no impide que aproveche de estar la mayor cantidad de tiempo con sus hijos. Ayudándolos con las tareas, el baño, comida, entre otras cosas, hasta que los niños se duerman.
La realidad indica que hay que estar en los zapatos de las “madres trabajadoras” para entender lo que realmente significa formar una familia y ser una profesional al mismo tiempo.
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